domingo, 12 de mayo de 2013


Adaptando la Tecnología



Esta sesión, también contó con una clase introductoria el día anterior. Trataba sobre adaptar la tecnología para aquellas personas que por alguna situación de discapacidad física, no pueden utilizar los aparatos de manera satisfactoria, impidiendo así que puedan participar como la mayoría de la gente en la utilización de tecnologías para comunicarse, informarse o simplemente divertirse.

Es así como se nos solicitaron una serie de materiales, para realizar la actividad práctica, que fue la adaptación de un mouse para facilitar el “click” en personas que por una u otra razón no pueden realizarlo directamente sobre el aparato.

Nos dieron las indicaciones y cuando escuché  que habría que soldar entré en conflicto. Nunca había soldado en mi vida, ni siquiera sabía qué era… Además, los materiales – que incluían cables y otras cosas que tenían que ver con electrónica – tampoco me parecían familiares. Así, pensé que se me haría muy difícil, incluso, le pedí a una amiga que me ayudara, porque no estaba entendiendo nada de lo que debía realizar. Sin embargo, al estar en grupo e ir viendo cómo los demás realizaban todos los pasos y me enseñaban, esto no fue tan difícil como pensaba.  El soldar es sencillo y ahora sé qué significa.

Luego de un largo rato soldando, pelando cables y cortando, logré armar el mouse; la adaptación consistía en que por medio de un cable soldado a la placa donde estaban todos los circuitos del aparato, se podría hacer “click” en una esponja que contenía un final de  carrera. De esta manera, se podría “clickear” sólo golpeando en la esponja sin que esto requiriera de motricidad fina, ya que el funcionamiento normal del mouse hacer “click”  con medio el dedo índice.

Bueno, llegaba el momento de probar si funcionaba correctamente la adaptación; para esto se conecto el mouse a un computador de la sala. Así es como sucedió que el “click” del mimo aparato funcionaba perfecto, sin embargo, el de la esponja no respondía… Noticia fatal que me hizo recordar que cuando soldé los cables en el final de carrera – y como era la primera vez que hacía algo así -, lo hice mal, ya que se juntaron y quedaron pegados haciendo contacto ambos. Esto era lo que no permitía que la adaptación funcionara.

Con este resultado, tuve que volver a la mesa de trabajo y despegar los cables que ya había soldado para volver a hacerlo de manera correcta. Pero, esto sí que resultó complicado, con la ayuda de una amiga logramos despegar los cables luego de mucho rato de trabajo y luego soldarlos nuevamente pero sin que se juntaran. Entonces, partí de nuevo a probar el funcionamiento de mi adaptación y ahí sí funcionó… tanto el mouse como el “click” en la esponja respondían perfectamente.

Fuimos probando todos los resultados de nuestras adaptaciones y muchos tuvimos que hacer algunos arreglos para que funcionaran, sin embargo, lo intentamos hasta el final. Finalmente, se valora la oportunidad de aprender estas técnicas que tarde o temprano sirven para facilitar la vida de quienes se ven excluidos de tecnologías básicas para casi todos nosotros por presentar alguna discapacidad física.

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